Te comentamos una serie de objetivos a tener en cuenta para que la artrosis no sea una barrera en tu día a día
La artrosis es una enfermedad articular que ha ido in crescendo durante las dos últimas décadas- Según el Estudio de Impacto Global de Enfermedades afecta a más de 242 millones de personas. Durante las dos últimas décadas ha aumentado un 70%. Consiste en un “desgaste” del cartílago articular, la cual puede ser de cualquier articulación. En la mayoría de las ocasiones suelen ser las manos, las caderas, las rodillas o la columna vertebral.
Aunque es cierto que, según los estudios, las cifras de pacientes con artrosis se incrementarán según aumente la población o la esperanza de vida, eso no implica que sea algo que solo puede afectar en edad avanzada.
Ahora empieza el verano, lo que puede ser un respiro para muchos. Las estaciones más frías pueden complicar la situación y hacer que los síntomas empeoren. Aquí te damos algunas recomendaciones sencillas para conocer mejor la artrosis y recuperar la movilidad.
Frío/Calor
Como comentábamos previamente, la temperatura puede afectar e influir en la enfermedad. No obstante, usado de la manera adecuada, puede aportar numerosos beneficios. Prueba darte un baño con agua fría en el área concreta para reducir la inflamación. También puedes colocar una bolsa caliente para relajar los tejidos y evitar la aparición del dolor. Existen también otros métodos viables como las esterillas eléctricas o directamente aplicar el calor de forma manual.
Haz ejercicio
El ejercicio es una práctica necesaria y sana, no solo para refrenar la artrosis sino para la salud de todo tu cuerpo en general. En el caso de la artrosis, el ejercicio aumenta la fuerza muscular y protege la articulación.
Existen prácticas genéricas como las caminatas que son una buena opción para ejercitarse. Empieza con caminatas cortas, de treinta minutos, cada día. Puedes ir aumentando si tu resistencia mejora. Evita los caminos con terrenos irregulares, sobre todo si la artrosis te afecta a las rodillas, puesto que puedes forzarlas y hacerte daño.
También puedes probar a nadar o montar en bicicleta, todo deportes que eviten el contacto o la sobrecarga física. Es interesante que solicites a un especialista ejercicios concretos para la mejora de la articulación que esté afectada. Harás prácticas concretas para disminuir el dolor, fomentar su movilidad y protegerla.
Hábitos posturales
Evita dormir o descansar en sillones o colchones muy acolchados. Reposar en superficies planas puede ser de ayuda. Busca siempre asientos donde sus caderas y rodillas mantengan una posición natural y los pies estén en contacto con el suelo.
Recuerda que no tienes que estar activo las veinticuatro horas. Es bueno que, entre una actividad y otra, tengas pequeños momentos de reposo. Lo mismo que no tienes que obligarte a ponerte en movimiento en los periodos de mayor dolor.
No sobrecargue las articulaciones
Evita dormir o descansar en sillones o colchones muy acolchados. Reposar en superficies planas puede ser de ayuda. Busca siempre asientos donde sus caderas y rodillas mantengan una posición natural y los pies estén en contacto con el suelo.
Recuerda que no tienes que estar activo las veinticuatro horas. Es bueno que, entre una actividad y otra, tengas pequeños momentos de reposo. Lo mismo que no tienes que obligarte a ponerte en movimiento en los periodos de mayor dolor.
El peso corporal
La obesidad puede ayudar a que la artrosis progrese con mayor velocidad. Es importante tener esto en cuenta y, de ser necesario, recurrir a un profesional en el ámbito que te diseñe un programa dietético personalizado para lograr un peso corporal correcto.
Un buen calzado
Al igual que sucede con el ejercicio, un calzado óptimo puede ser sano para la salud de su cuerpo en general. Pero en caso de tener artrosis, especialmente en articulaciones como las rodillas, las caderas o la columna vertebral, se vuelve un aspecto esencial. Zapatos planos de suela gruesa pueden absorber el impacto del pie contra el suelo, protegiéndolo.
El agua es tu aliada
Las visitas al mar o a las piscinas pueden ser de ayuda para hacer deporte y mejorar la movilidad. Si el agua fría no te convence, también puedes probar con los balnearios o spas. Ambos suelen tener tratamientos relajantes a través del agua caliente que pueden ser útiles para disminuir el dolor y relajar la musculatura que rodea la articulación.
El uso de la medicación
Consulta con tu médico si en tu caso es necesario aplicar medicación y cuál concretamente. Existen analgésicos, antiinflamatorios, geles, cremas, entre otros, todos centrados en evitar la progresión de la artrosis y ayudarte con el dolor. Ante cualquier cambio o duda, siempre consulte con especialistas sanitarios, pero no se automedique.
La artrosis, si se conoce y se cuida, no supondrá una barrera en tu vida. Aunque tengas que estar pendiente de ciertas condiciones, puedes mantener una vida personal y profesional completa.