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Disfagia: qué es y cómo tratarla

Se denomina disfagia a la dificultad que experimenta una persona a la hora de deglutir (tragar) alimentos, tanto sólidos como líquidos, e incluso su propia saliva. Esto puede indicar un problema en el tránsito de la comida desde la boca hasta el estómago que debe ser tratado en la mayor brevedad posible. 

Para determinar la causa de la disfagia se debe acudir a un especialista para que realice una exploración a fin de detectar el motivo de la dificultad en la deglución. En ocasiones, esta patología también puede venir acompañada de odinofagia (sensación de dolor a la hora de tragar), en cuyo caso es aún más importante visitar cuánto antes a un profesional. 

Hay dos tipos de disfagia:

  • Disfagia orofaríngea: se origina en la zona de la faringe. El problema o la molestia está localizada en la garganta, de manera que el paciente experimenta dolor o dificultad en el paso de  hacia la nariz o al aparato respiratorio.
  • Disfagia esofágica: el paciente encuentra dificultad en la deglución cuando el alimento llega al esófago, por lo que la molestia suele localizarse en el pecho.

¿Cómo podemos detectar la disfagia?

Además del historial clínico del paciente, existen diferentes estudios instrumentales que nos ayudarán a diagnosticar la disfagia:

  • Radiografía. Para detectar la disfagia se realizará lo que se denomina como radiografía de contraste o radiografía con bario. Esta prueba consiste en la observación, mediante rayos X, de los músculos de la garganta del paciente mientras este bebe o ingiere algún tipo de alimento líquido o sólido, según lo indique el especialista.
  • Endoscopia. Otro estudio muy utilizado en este tipo de casos es la endoscopia. A través de ella, el proveedor de la atención médica puede examinar visualmente el esófago del paciente. De este modo, se proporciona una imagen del recorrido que los alimentos realizan en la garganta pudiendo detectar cualquier problema en los músculos que intervienen en el proceso de deglución. 

También se puede realizar una evaluación endoscópica con fibra óptica para ofrecer una visión más clara del interior.

  • Manometria. Por medio de una manometría o examen esofágico, el especialista medirá las presiones y los patrones de contracciones musculares del esófago. Esta prueba conlleva la anestesia previa de la nariz del paciente, ya que a través de ella se introduce una sonda delgada que atravesará el esófago y llegará  hasta el estómago. 

Una vez diagnosticado el tipo de disfagia, el terapeuta hace una valoración clínica funcional de la región y de la función orofacial, y comienza a trabajar en un plan de tratamiento individualizado para el paciente.

Tratamiento de la disfagia 

Lo mejor para el tratamiento de la disfagia es realizar un abordaje multidisciplinar. Es aquí donde entran la fisioterapia, la terapia ocupacional y la logopedia. Nuestros especialistas de Neurocentro pueden hacer recomendaciones para mejorar la ingesta oral, realizar variaciones en la dieta, estrategias compensatorias como los cambios posturales,  técnicas de deglución y diferentes ejercicios orales o faríngeos (para la garganta,  la mandíbula y la lengua).

De este modo, algunas de las principales técnicas que nos ayudarán a tratar terapéuticamente la disfagia  incluyen:

  • Técnicas compensatorias

Aquellas que no modifican la deglución a nivel fisiológico, si no que facilitan el proceso. No necesitan la intervención del paciente porque solo realizan modificaciones sobre las variables externas que intervienen y condicionan el proceso de deglutir.

  • Técnicas de incremento sensorial
  • Cambios posturales
  • Alimentación terapéutica
  • Técnicas de tratamiento

Pueden ser directas (con alimento) o indirectas (sin alimento) y precisan de la colaboración del paciente, ya que estas sí buscan cambiar la fisiología de la deglución.

  • Electroestimulación neuromuscular
  • Diferentes métodos de deglución: para mejorar la movilidad de las estructuras orales y faríngeas, el control del bolo, aumentar la sensibilidad previa a la deglución, etc.
  • Ejercicios neuromusculares

El objetivo final de estas técnicas es compensar de manera funcional la dificultad que causa la disfagia, consiguiendo una deglución segura y eficiente. Esto puede suceder porque se ha logrado recuperar la función normal del paciente, o bien porque se ha instalado un nuevo mecanismo que le permite cubrir de manera óptima sus necesidades nutricionales y de hidratación.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Abigail Herrera Contreras

    la hernia hiatal puede cayaar disfagia

  2. Victoria

    estoy como atragantada sensación de que la comida no baja y la siento desde la a boca del estómago hasta la garganta y en la garganta es muy molesta es como si tuviese la garganta llena de comida estoy asustada ayudarme por Dios

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