El ictus debe ser tratado en rehabilitación fisioterapéutica lo antes posible para poder luchar contra las fases de la enfermedad y recuperar movilidad, independencia y autoestima

La fisioterapia tiene múltiples facetas y aplicaciones. Como comúnmente se dice, “el conocimiento es poder”, y saber algunos de los usos correctos de la fisioterapia pueden dar múltiples beneficios. Por ejemplo, es frecuentemente utilizada para tratamientos de personas que se están recuperando de un ictus.

El objetivo está en ayudar a los pacientes a lograr una recuperación física y, a su vez, conseguir un progreso de la autoestima y el estado emocional. Que el paciente experimente a través de la rehabilitación por fisioterapia volver a sentirse útil y capaz de realizar tareas de forma independiente es uno de los mayores alicientes.

La fisioterapia busca siempre promover un buen estado de salud y mantenerlo, así como optimizar y mejorar la calidad de vida. A rasgos generales, la fisioterapia sirve de apoyo y ayuda para fortalecer la capacidad motora, prevenir futuras dolencias, mejorar la circulación, fortalecer la movilidad de las articulaciones, así como implementar beneficios psicológicos y sociales.

¿Qué es un ictus?

El ictus supone una enfermedad cerebrovascular producida por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo. Esto implica que, cuando la sangre no circula correctamente y no llega al cerebro en la cantidad necesaria, las células nerviosas no reciben el oxígeno suficiente. Cuando las células se encuentran en ese estado, dejan de funcionar.

Según el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (CEECV-SEN), el ictus es considerado la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda entre los hombres.

El riesgo aumenta proporcionalmente con la edad, encontrándose casos con más frecuencia a partir de los 55 años. En Europa, anualmente se detectan aproximadamente 120.000 casos nuevos. Por decirlo de alguna forma, cada seis minutos una persona sufre un ictus en España.

Comentábamos la cuestión de la edad, pero existen otros factores de riesgo relevantes a tener en cuenta. Por ejemplo, la hipertensión arterial, las arritmias cardiacas, entre otras enfermedades del corazón; la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, el alcohol, etc.

¿Por qué es necesaria la fisioterapia?

Como hemos mencionado en artículos anteriores, la fisioterapia va más allá de dar las herramientas rehabilitativas para luchar con una enfermedad o una dolencia. La fisioterapia ayuda a mejorar la calidad de vida y a usar debidamente nuestro cuerpo, puesto que, en muchas ocasiones, no es que estemos enfermos, estamos mal usados.

En el caso de la rehabilitación del ictus, se recomienda comenzar con el tratamiento fisioterapéutico inmediatamente. Las secuelas que suelen presentarse en estos casos pueden ser a nivel motor, como la pérdida del equilibrio o la imposibilidad de caminar; a nivel cognitivo y conductual, como la pérdida de memoria o cambios en el comportamiento; dificultad de realizar actividades de forma autónoma, como bañarse o comer; así como dificultades a la hora de comunicarse.

Problemas físicos como la alteración del tono muscular, alteración de la sensibilidad, alteración del equilibrio y de la marcha o la alteración del patrón motor son algunas de las cuestiones que se ven al principio y pueden ser rehabilitadas a través de ejercicios activos y de adaptación. Todos ellos en busca de alcanzar el equilibrio, mejorar el tono muscular, disminuir la espasticidad.

¿Qué beneficios aporta a largo plazo?

En el caso de un proceso de rehabilitación adecuado, se podrá conseguir corregir las dificultades creadas por la enfermedad. A través de ejercicios fisioterapéuticos activos para ganar fuerza, tono muscular y estabilidad, y como movilizaciones pasivas para los miembros afectados. Desde la rigidez articular hasta regresar a su máxima capacidad funcional. El proceso busca ir luchando contra cada una de las fases del ictus para que el paciente pueda recuperar movilidad, independencia y autoestima.