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¿Sabes qué es la fisioterapia respiratoria y para qué sirve? Fisioterapia pulmonar y ejercicios respiratorios

¿Qué es la Fisioterapia Respiratoria?

La fisioterapia respiratoria es la parte de la fisioterapia que se encarga de la prevención y tratamiento de los trastornos respiratorios o de las enfermedades que interfieren en el correcto funcionamiento del aparato respiratorio.

El objetivo de esta especialidad es precisamente optimizar este funcionamiento mejorando en gran medida la vida del paciente y ha de llevarse a cabo por un fisioterapeuta especializado.

Para conocer mejor esta rama de la fisioterapia hay que tener en cuenta que todas las técnicas que giran en torno a esta disciplina van a basarse en tres aspectos principales:

  • Eliminación de secreciones pulmonares, situación que se da cuando en determinadas enfermedades se produce mucha secreción y como consecuencia disminuye la entrada de aire en los pulmones.
  • Mejora de la función de los músculos respiratorios
  • Mejora de la capacidad pulmonar, lo que va a favorecer en todo caso la entrada de aire en los pulmones.

Una vez hemos visto los tres objetivos generales sobre los que se basa este tipo de fisioterapia, veamos qué beneficios nos puede aportar.

¡Sigue leyendo!

¿Quiénes pueden beneficiarse de la Fisioterapia Respiratoria?

A la hora de preguntarnos quiénes son los candidatos ideales para someterse a este tipo de terapia, hemos de tener claro que son tanto niños/as, adultos/as o ancianos/as con problemas respiratorios, bien primarios o secundarios a cualquier enfermedad.

Tanto si eres deportista y necesitas una mejora en tu rendimiento deportivo, como si tienes una patología en la que se encuentra comprometida tu capacidad pulmonar, puedes ser paciente de este tipo de terapia.

Una vez explicado todo lo que necesitas saber de la fisioterapia respiratoria o pulmonar vamos a ver las diversas técnicas que existen, sigue leyendo hasta el final del artículo y ¡quédate con todas!

1) Ejercicios respiratorios

Empezamos con este tipo de ejercicios que facilitan la ventilación pulmonar ya que ponen en movimiento el tórax, y comprenden respiración diafragmática y expansión costal. Los ejercicios respiratorios tienen como objetivo mejorar la oxigenación y aumentar la función respiratoria. Veamos qué técnicas se utilizan:

  • Técnicas de relajación: Nos llevan a un estado de relajación durante la sesión de tratamiento.
  • Ejercicios de respiración diafragmática: Se realiza una inspiración lenta y profunda por la nariz, elevando poco a poco el abdomen; a continuación espira con los labios entreabiertos, comprobando como va descendiendo lentamente el abdomen.
  • Ejercicios de expansión torácica: Al comienzo de la inspiración se coloca la mano en la zona que estemos tratando y en la inspiración se relaja la presión, dirigiendo el movimiento.
  • Ejercicios con cinturón: Son variantes de los ejercicios de expansión torácica, con la particularidad de que el paciente puede hacerlo por sí mismo.

2) Drenaje bronquial

Abarca una serie de técnicas para eliminar las secreciones del árbol bronquial y las principales son:

Drenaje postural: Es una técnica en la que se coloca al paciente en la situación más adecuada según la zona del pulmón que vaya a drenarse y se mantiene cada posición de 3 a 5 minutos. Antes de comenzar la técnica, es necesario que el paciente sepa toser y respirar profundamente.

Las siguientes dos técnicas se utilizan combinadas con la técnica de drenaje postural.

Percusión: se le dan palmadas al paciente con las manos huecas. Estas palmadas tienen que tener cierto ritmo.

Vibración: Se trata de una compresión discontinua de la pared torácica durante la espiración, para aumentar la velocidad del aire espirado y se vayan desprendiendo las secreciones.

Soplido: Después de una inspiración diafragmática, el paciente intenta una fuerte y rápida espiración, al mismo tiempo que abre la boca y emite una especie de suspiro.

Tos: El paciente realiza una inspiración profunda, cerrando la laringe y contrayendo los músculos abdominales aumentando la presión intrapulmonar; abre la glotis y deja salir el aire de los pulmones bruscamente, expulsando el moco con una espiración explosiva.

3) Entrenamiento físico general

Va encaminado a mejorar la resistencia física del paciente respiratorio crónico y puede incluir ejercicios de expansión y relajación del tórax: rotaciones de tronco, flexión del raquis, etc.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Hugo

    muy bien explicado me parece que lo pondre en práctica me hace mucha falta les agradesco por su ayuda

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