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Impacto negativo del uso de dispositivos digitales en el desarrollo de niños y niñas

En la actualidad, el uso de dispositivos digitales se ha vuelto cada vez más común en la vida cotidiana de los niños. Sin embargo, es importante tener en cuenta los posibles efectos negativos que el uso excesivo de estos dispositivos puede tener en su desarrollo. En Neurocentro, como especialistas en el desarrollo neurológico y psicosocial infantil, estamos comprometidos en informar sobre los riesgos asociados con el abuso de dispositivos digitales y promover un uso equilibrado y saludable.

1. Impacto en el desarrollo físico:

  • Sedentarismo: El uso prolongado de dispositivos digitales a menudo lleva a un estilo de vida sedentario, lo que puede contribuir al sobrepeso, la obesidad y problemas de salud relacionados.
  • Problemas posturales: Pasar largas horas frente a una pantalla puede provocar malas posturas, lo que puede resultar en dolores de espalda, cuello y hombros, así como en el desarrollo de desviaciones de la columna vertebral en etapas tempranas de la vida.
  • Los contenidos categorizados como “potencialmente peligrosos” (relacionados con aspectos como la intimidad, el consumo de sustancias, sexo, violencia, etc.) se encuentran ampliamente distribuidos en el espacio digital. A pesar de que en ocasiones esta realidad pasa desapercibida, para los jóvenes y adolescentes, estos materiales funcionan como influyentes directos en la configuración de normativas que guían su conducta y estilo de vida.

2. Impacto en el desarrollo cognitivo:

  • Dificultades de atención y concentración: El uso excesivo de dispositivos digitales puede afectar negativamente la capacidad de los niños para concentrarse y prestar atención en otras actividades, como el aprendizaje en el entorno escolar.
  • Retraso en el desarrollo del lenguaje: El tiempo excesivo frente a pantallas limita las oportunidades de interacción verbal, lo que puede retrasar el desarrollo del lenguaje y afectar la comprensión y expresión verbal de los niños. No se puede comparar la profundidad del aprendizaje verbal en una interacción social cara a cara, con lo que nos ofrece cualquier contenido digital.
  • Alteración de la integración sensorial: El exceso de estímulos visuales y auditivos provenientes de las pantallas puede afectar la capacidad de los niños para procesar e integrar de manera adecuada la información sensorial, lo que dificulta su participación activa en el entorno educativo.
  • Hay estudios que concluyen que la sobreexposición a la tecnología está asociada con déficit de atención y de funciones ejecutivas, alteraciones cognitivas, mayor impulsividad y menor capacidad de autocontrol.

3. Impacto en el desarrollo emocional y social:

  • Aislamiento social: El uso excesivo de dispositivos digitales puede llevar a una disminución en las interacciones sociales cara a cara, lo que puede afectar el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los niños. Cuanto más tiempo pasa el niño con la pantalla, menos tiempo dedica en interacciones intrafamiliares, y estas son las que realmente necesita su cerebro para desarrollarse.
  • Dependencia y adicción: El acceso ilimitado a dispositivos digitales puede crear dependencia y adicción, lo que puede afectar negativamente la salud mental y el bienestar emocional de los niños. No olvidemos que muchas de las redes sociales y plataformas de internet se diseñan bajo los principios del “condicionamiento operante”, con el fin de reforzar la conducta de consumo de contenidos y mantener a la persona más tiempo en la plataforma.

4. Impacto en el sueño:

  • Alteración del ritmo circadiano: La exposición a la luz azul emitida por las pantallas puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño, lo que puede resultar en dificultades para conciliar el sueño y trastornos del sueño en los niños.

5. Uso en el ámbito educativo:

  • Desaconsejamos el uso habitual y recurrente de estos dispositivos, tanto en el entorno familiar como en el escolar, aún sea con fines educativos.
  • La mayoría de las actividades en pantalla carecen de profundidad en el desarrollo de habilidades. Vincular un concepto con su definición al arrastrar una flecha con el dedo difiere de la compleja sinergia entre la mano, el lápiz y la idea. El proceso de aprendizaje involucra escuchar, razonar, debatir, buscar, seleccionar, comprender y expresar. Estos son fundamentales para la adquisición habilidades, especialmente en matemáticas y lenguas, la base del conocimiento.
  • Somos seres sociales que nos comunicamos y comprendemos el mundo a través del lenguaje. A lo largo de la historia, compartimos historias y enseñanzas a través de la palabra y la experiencia. Nuestro cerebro está genéticamente programado para esta interacción, y no funciona igual cuando el conocimiento se recibe a través de un monitor, ya que gran parte del aprendizaje se basa en la conexión visual, imitación de gestos y en la activación de las “neuronas espejo”. Enseñar, aprender y relacionarse son procesos inseparables.
  • Investigaciones recientes apuntan a que la exposición excesiva a pantallas puede tener efectos negativos en el desarrollo neurológico de los niños, afectando la atención, la conducta y las funciones ejecutivas. Este debate se centra en la infancia y la adolescencia, etapas críticas de desarrollo cerebral. El uso de pantallas no estimula la atención de la misma manera que otras actividades, lo que es especialmente problemático para niños con TDAH. En el caso de niños con dificultades de atención, TEA u otras necesidades especiales, el exceso de tecnología puede ser perjudicial para su aprendizaje y adaptación académica.
  • A medida que los países aumentan su inversión en TIC para la educación, los resultados académicos disminuyen. El uso prolongado de estas tecnologías por parte de los estudiantes también correlaciona de manera causal con un deterioro en sus calificaciones. Estos hallazgos sugieren que la digitalización educativa se impulsa más por razones económicas que pedagógicas.

Breves consejos para regular el uso de pantallas:

  • Nada de pantallas antes de los 6 años.
  • Entre media hora y una hora diaria a partir de los 6 años podría ser tolerable, aunque no recomendable.
  • Nada de pantallas en el dormitorio, ni durante las comidas, deberes, reuniones sociales, etc.
  • Evitar el acceso a contenidos inadecuados.
  • Nada de pantallas antes de ir al colegio ni en las noches, antes de acostarse.
  • Ofrezca actividades alternativas cuando el niño solicite el uso de dispositivos digitales: lectura, baile, dibujo, ejercicio, salidas al aire libre, etc.

Resumiendo:

  • El uso y abuso de dispositivos digitales en el desarrollo de los niños puede tener un impacto negativo en diversos aspectos de su vida. Cuando nos referimos a niños diagnosticados con trastornos de integración sensorial o TEA, las consecuencias del abuso de estos dispositivos suelen ser más dramáticas.
  • El impacto negativo de las pantallas de entretenimiento se debe en gran medida a la falta de adaptación de nuestro cerebro a la avalancha digital. Para su correcto funcionamiento, el cerebro requiere moderación sensorial y la presencia de conexiones humanas significativas. Sin embargo, la omnipresencia digital proporciona precisamente lo contrario: un entorno saturado de estímulos constantes y una disminución significativa en las relaciones interpersonales. Bajo esta doble presión, el cerebro experimenta dificultades para desarrollarse y operar a su máximo potencial. Esto se vuelve especialmente alarmante si consideramos que los períodos críticos de plasticidad cerebral durante la infancia y la adolescencia tienen un límite temporal.
  • En Neurocentro, fomentamos un enfoque equilibrado y saludable hacia el uso de la tecnología, promoviendo la limitación del tiempo de uso de pantallas y la búsqueda de actividades que fomenten el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social de los niños.
  • Si necesitas orientación o apoyo para ayudar a tu hijo a encontrar un equilibrio saludable en el uso de dispositivos digitales, no dudes en contactarnos al teléfono 822044037 o visitar nuestra página web https://neuro-centro.com. ¡Estamos aquí para ayudarte!

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Esta entrada tiene 11 comentarios

  1. Liliana Rojas Hernández

    En mi opinión pienso que la tecnología acabo con mucha juventud,pq hay jóvenes que ya no saben que es un juego entre amigos, como jugar a escondidas entre otros. incluso hay jóvenes que se han suicidado por culpa de las redes.

    1. Admin

      Gracias por comentar.

  2. mi opinión es menos aparatos tecnologícos para los niños y más arte , más leer , más vida constructiva porque hoy en día las redes se prestan para muchas cosas…

    1. Admin

      Gracias por comentar. Totalmente de acuerdo.

  3. Carlos Perez

    Lo peor es cuando los chicos estás sobreexpuestos a estos dispositivos de manera obligatoria. Me refiero a las escuelas donde solo tienen la opción del acceso a los libros de modo digital, por ejemplo. Tal vez, queriendo acelerar el proceso educativo, el resultado que se obtiene es exactamente el opuesto.

    1. Admin

      Así es, pero conocemos casos en los que los padres se han negado y el colegio ha tenido que ceder. Gracias por comentar.

    2. Estefania Martínez

      Mi opinión es que debido a las tecnologías se ha perdido ese entusiasmo en los niños por salir a jugar a Parques, entonces nosotros como padres deberíamos de cancelar los dispositivos electrónicos para que así su nivel de inteligencia sea más grande, puedan resolver problemas para su vida diaria y así pueda tener un mejor desarrollo tanto social como académico

  4. Lau

    Cada vez son más las afecciones que se descubren a partir del uso excesivo de la tecnología digital en los niños. Los padres somos los que debemos de poner limites rígidos a la hora de exponer a nuestros hijos al uso de la tecnología. Los padres de hoy en día somos hiperpasivos y delegamos la responsabilidad de la crianza a los aparatos sin percatarnos de lo que consumen y del daño inminente que les estamos causando en ellos.

    1. Admin

      Efectivamente, así es. Gracias por tu comentario.

  5. Miguel

    Opino que no debemos de tomar acciones extremas para dejar la tecnología, simplemente hay que saber las consecuencias de el exceso de esta y tener autocontrol

    1. Admin

      Gracias por tu comentario Miguel.
      Estamos de acuerdo, pero a nivel general no podemos presuponer autocontrol en un niño. Más cuando muchas de las herramientas digitales están diseñadas para incentivar su uso basadas en los principios del condicionamiento operante.

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