Envejecer es un proceso biológico natural, que puede implicar la pérdida o afectación de las capacidades para llevar a cabo actividades de la vida diaria, minando la calidad de vida de quienes lo sufren.

No somos conscientes del privilegio que supone tener plena autonomía en nuestras actividades del día a día hasta que alguna enfermedad o complicación nos pone límites para llevarlas a cabo. Y es que las limitaciones o situaciones de dependencia impactan directamente en la calidad de vida de las personas y sus familiares, siendo habitual esta afectación o pérdida de capacidades en adultos mayores como consecuencia del envejecimiento.

Algo tan básico como ser capaces alimentarnos por nosotros mismos o cuidar de nuestra higiene puede suponer un auténtico reto para muchas personas mayores y también para su entorno.

Rehabilitación funcional en personas mayores

Actualmente, la rehabilitación orientada a mantener la independencia en las actividades de la vida diaria es la solución más eficaz para mejorar (o mantener) la autonomía e independencia de los adultos mayores.

Esta rehabilitación permitirá ralentizar el proceso de deterioro funcional en el proceso de envejecimiento, además de ayudar a controlar los síntomas y permitir a la persona adulta mayor optimizar las habilidades para su autonomía personal y la integración en el entorno.

Tras una valoración del paciente se establecerá un plan de intervención que puede incluir terapias como terapia ocupacional o fisioterapia geriátrica, entre otras. Este plan irá seguido del correspondiente seguimiento y evaluación. A lo largo de todo el proceso se utilizarán técnicas que ayuden a aliviar el dolor y prevenir síntomas futuros.

Estas terapias de las que hablamos contribuirán notablemente a la recuperación del paciente después de una caída, reducen el riesgo de que éstas se produzcan, combaten síntomas tras diagnóstico de una afección, etc. Pero también ayudan a prevenir o tratar cuestiones relacionadas con la salud mental, reduciendo el estrés y la ansiedad.

¿Cómo fomentar la autonomía en personas mayores con dependencia?

• Evita sobreproteger a la persona en cuestión.
• Motívale para que realice las actividades.
• Ármate de paciencia, procura no reñirle o desesperarte si no ves resultados inmediatamente, este fomento de la autonomía lleva su tiempo. Además, cuanta mayor tranquilidad le transmitas, mayor será su progreso
• Pon atención al entorno que le rodea y adáptalo en la medida de lo posible, usando además utensilios especiales de fácil manipulación que ayuden a garantizar la seguridad de la persona adulta mayor
• Procura ser su guía en los movimientos iniciales, acompañándole o mostrándole como se hace, animándole a que lo intente posteriormente por sí mismo/a.
• Recuérdale que estarás ahí para ayudarle si le hace falta, que serás su apoyo en todo momento.

A la hora de la comida

• Atiende a la posición de la persona con respecto a la mesa, que tenga los pies apoyados en el suelo, los brazos sobre la mesa y la espalda recta.
• Sirve los platos de uno en uno y con los cubiertos que se van a utilizar en cada caso.
• Asegúrate de que la persona tiene todo a mano, que los utensilios son ligeros y que puede manejarlos por sí misma.

¿Qué productos pueden facilitar el momento de la comida?

Por ejemplo, un vaso con asa para garantizar un mejor agarre, vajilla irrompible para proteger frente a las caídas, jarra de bebida con tapa y ligera para facilitar su manejo, mantel antideslizante para evitar que se muevan los elementos, elevadores de mesa que ayuden a una postura correcta y cubiertos con mango de goma.