Más allá de la rehabilitación, en Neurocentro creemos en la importancia de la prevención de los Accidentes Cerebro Vasculares (ACVs). La incorporación de buenos hábitos como la actividad física y una vida saludable, puede desempeñar un papel fundamental en la prevención de ACVs e ictus.

Los riesgos de los ACVs e Ictus

Antes de adentrarnos en la prevención, es esencial comprender los riesgos asociados a los ACVs e ictus. Estos eventos cerebrovasculares pueden tener consecuencias graves y a menudo irreversibles, como la parálisis, la pérdida del habla, y el deterioro cognitivo. Además, los ACVs son una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial.

La Importancia de la Prevención

Muchos de los factores de riesgo de ACVs e ictus son modificables. Esto significa que, a través de cambios en el estilo de vida y la adopción de buenos hábitos, podemos reducir significativamente la probabilidad de sufrir un evento cerebrovascular. En este sentido, el deporte y otros hábitos saludables desempeñan un papel fundamental.

Deporte: Tu Aliado en la Prevención

La actividad física regular es uno de los pilares de la prevención de ACVs e ictus. Al ejercitarnos, mantenemos el sistema cardiovascular en buena forma, lo que reduce la presión arterial, mejora el flujo sanguíneo y disminuye el riesgo de obstrucciones en las arterias, factores de riesgo significativos para estos eventos cerebrovasculares.

Correr, nadar, caminar o practicar yoga; la elección del deporte no importa tanto como la constancia. Incluso actividades cotidianas como subir escaleras o realizar tareas de jardinería pueden contribuir a mantenernos activos.

Decidir entre hacer deporte de fuerza o deporte de resistencia en el contexto de la prevención de ACVs e ictus depende de varios factores, y en realidad, ambos tipos de actividad física pueden ser beneficiosos. La clave está en encontrar un equilibrio y adaptar tu rutina de ejercicios a tus necesidades y preferencias personales. Aunque como ya hemos dicho, el mejor deporte es el que se hace con regularidad, independientemente de su naturaleza.

En la disyuntiva “fuerza o resistencia” tenemos algunas consideraciones:

Combinación de Ambos: Lo ideal sería combinar ejercicios de fuerza y ejercicios de resistencia en tu rutina de ejercicio. Esto se debe a que cada tipo de actividad tiene beneficios únicos para la salud cardiovascular y la prevención de ACVs.

Ejercicio de Fuerza: Los ejercicios de fuerza, como levantar pesas o hacer ejercicios de resistencia, son efectivos para fortalecer los músculos y los huesos. Además, aumentar la masa muscular puede mejorar la quema de calorías en reposo, lo que puede ayudar a controlar el peso. El fortalecimiento muscular también puede mejorar la postura y reducir el riesgo de lesiones.

Ejercicio de Fondo: Los ejercicios de fondo, como correr, nadar o montar en bicicleta, son excelentes para mejorar la resistencia cardiovascular y la capacidad pulmonar. Estos ejercicios ayudan a reducir la presión arterial, mejorar la circulación sanguínea y aumentar la eficiencia del corazón. También pueden contribuir a la pérdida de peso y a la quema de grasa.

Considera tus Preferencias: La elección entre deporte de fuerza y deporte de fondo también debe basarse en tus preferencias personales. Si disfrutas más de una forma de ejercicio, es más probable que te mantengas constante en tu rutina. La consistencia es clave para obtener beneficios a largo plazo.

Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes, es aconsejable consultar con un profesional de la salud o un fisioterapeuta. Ellos pueden ofrecer orientación específica y adaptar un programa de ejercicios a tus necesidades individuales.

Dieta Equilibrada y Control del Peso

La alimentación también juega un papel crucial en la prevención de ACVs e ictus. Una dieta rica en frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras puede ayudar a mantener niveles saludables de colesterol y glucosa en sangre, factores que influyen en la salud cardiovascular. Se recomienda evitar el azúcar, las grasas trans, y en general los productos ultraprocesados.

Además, controlar el peso es esencial, ya que el exceso de grasa corporal puede aumentar el riesgo de hipertensión y diabetes, dos factores de riesgo clave para los eventos cerebrovasculares.

No Fumar y evitar el Consumo habitual de Alcohol

El tabaco y el consumo habitual de alcohol son dos hábitos que aumentan significativamente el riesgo de ACVs e ictus. El humo del tabaco contiene sustancias que dañan las arterias y promueven la formación de coágulos sanguíneos, mientras que el exceso de alcohol puede aumentar la presión arterial.

Controlar el Estrés y la Salud Mental

El estrés crónico y los problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, también se han vinculado a un mayor riesgo de ictus. La gestión del estrés y el cuidado de la salud mental son esenciales para mantener un sistema cardiovascular saludable.

Un psicólogo puede ayudarte a desarrollar estrategias para manejar el estrés y mejorar tu bienestar emocional, lo que, a su vez, reduce el riesgo de eventos cerebrovasculares.

La Importancia de la Evaluación Médica Regular

Además de la adopción de buenos hábitos, es fundamental realizar revisiones médicas regulares. Un profesional de la salud puede identificar factores de riesgo temprano y brindarte orientación personalizada para la prevención de ACVs e ictus.

En Neurocentro, no solo nos enfocamos en la rehabilitación después de un ACV o ictus, sino que también estamos comprometidos con la prevención de estos eventos devastadores. La incorporación de buenos hábitos, como la actividad física, una dieta equilibrada y el control del estrés, puede marcar la diferencia en la reducción de los riesgos. Nuestros fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas y neuropsicólogos, están disponibles para brindarte el apoyo necesario en tu camino hacia una vida más saludable.