La alimentación es una actividad básica de la vida diaria que implica múltiples aspectos, como el desarrollo motor, sensorial, cognitivo, emocional y social. Cuando hay problemas de alimentación, se puede afectar el bienestar y la salud del niño o la niña, así como la dinámica familiar y el entorno escolar.
Los problemas de alimentación infantiles son muy frecuentes, especialmente en niños y niñas con algún problema del desarrollo, como trastornos del neurodesarrollo, trastornos genéticos, parálisis cerebral, etc. Algunos de los signos que pueden indicar la existencia de un problema de alimentación son:
- Rechazo o preferencia por ciertas texturas, sabores, olores, colores o formas de los alimentos.
- Repertorio de alimentos muy limitado o selectivo.
- Negación a probar nuevos alimentos o a cambiar de rutinas.
- Reflejo nauseoso, tos, arcadas o vómitos al comer.
- Ausencia o retraso en el desarrollo de la masticación y la deglución.
- Problemas de conducta, como escupir, lanzar o tirar la comida, etc.
Estos problemas pueden tener diversas causas, como dificultades de modulación o integración sensorial, debilidad o hipotonía de la musculatura orofacial, alteraciones en el control postural, falta de coordinación ojo-mano-boca, problemas de praxis, dificultades de aprendizaje o de comunicación, etc.
La terapia ocupacional es una disciplina que se ocupa de evaluar y tratar los problemas de alimentación en niños y niñas, desde una perspectiva holística e individualizada. El objetivo es facilitar el desarrollo de las habilidades y las capacidades necesarias para que el niño o la niña pueda alimentarse de forma saludable, placentera y funcional, adaptándose a sus necesidades e intereses.
La terapia ocupacional utiliza diversas técnicas para intervenir en los problemas de alimentación, dependiendo de las características y las causas de cada caso. Algunas de las técnicas más comunes son:
- Integración sensorial: se trata de facilitar el procesamiento e integración de la información sensorial que proviene de los alimentos y del entorno, para mejorar la tolerancia, la aceptación y el disfrute de la alimentación. Se pueden utilizar técnicas como la modificación de las propiedades sensoriales de los alimentos (textura, temperatura, sabor, olor, color, forma), etc.
- Desarrollo motor: se trata de potenciar las habilidades motoras necesarias para la alimentación, como el control postural, la coordinación ojo-mano-boca, la masticación, la deglución, el uso de utensilios, etc. Se pueden utilizar técnicas como la adaptación del mobiliario, la estimulación propioceptiva y vestibular, la terapia miofuncional, el entrenamiento en praxis, el modelado, el refuerzo, etc.
- Aprendizaje conductual y social: se trata de modificar las conductas inadecuadas o desadaptativas que interfieren en la alimentación, como las rabietas, los rechazos, las preferencias selectivas, las aversiones, etc. Se pueden utilizar técnicas como el establecimiento de rutinas, la anticipación, el uso de pictogramas, la economía de fichas, el contrato conductual, el moldeamiento, el encadenamiento, el tiempo fuera, etc.
- Apoyo emocional y familiar: se trata de favorecer el vínculo afectivo y la comunicación entre el niño o la niña y su familia, así como de proporcionar orientación, asesoramiento y apoyo a los padres y cuidadores. Se pueden utilizar técnicas como la escucha activa, la empatía, el reflejo, la validación, la educación nutricional, la resolución de problemas, etc.
Entre todas estas técnicas, hay una que destaca por su eficacia y su respeto al ritmo y las preferencias del niño o la niña: el abordaje Get Permission. Esta filosofía consiste en solicitar el consentimiento del niño o la niña para ofrecerle un alimento nuevo o diferente, y respetar su decisión de aceptarlo o rechazarlo. El objetivo es crear un ambiente seguro y positivo en el que el niño o la niña se sienta cómodo y motivado para explorar y probar nuevos alimentos, sin miedo ni ansiedad.
Get Permission se basa en la idea de que el niño o la niña es el protagonista de la alimentación y tiene el control sobre lo que come y cómo lo come. Mediante una serie de pautas y protocolos, el terapeuta es el facilitador de la alimentación, y tiene el rol de guiar, apoyar y animar al niño o la niña, sin imponer ni juzgar. El terapeuta ocupacional respeta el nivel de desarrollo y las capacidades del niño o la niña, y adapta la oferta de alimentos a sus necesidades e intereses. Además, se respeta el estado emocional y la disposición del niño o la niña, y se evita forzar o insistir cuando no está preparado o no quiere comer. También se respeta la individualidad y las preferencias, y el ritmo del niño o la niña, y se le permite explorar y probar los alimentos a su manera y a su velocidad, sin presionar ni apurar.
Get Permission fomenta la autonomía, la confianza y la motivación del niño o la niña en la alimentación, respetando su ritmo y sus preferencias, y creando un vínculo positivo con el terapeuta ocupacional y con los alimentos. Esta filosofía puede ayudar a mejorar la tolerancia, la aceptación y el disfrute de la alimentación, y a prevenir o reducir los problemas de alimentación.
En Neurocentro, somos conscientes de la importancia de la alimentación para el desarrollo y la calidad de vida de los niños y niñas, y por eso ofrecemos un servicio especializado de terapia ocupacional para estos problemas adaptado a las necesidades de cada niño. Si quieres saber más sobre nuestro servicio de terapia ocupacional y el abordaje de los problemas de alimentación infantil, puedes contactarnos por teléfono o whatsapp (621 268 065), y por correo electrónico (info@neuro-centro.com). Estaremos encantados de atenderte y resolver tus dudas.
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